No te olvides.

No me olvido de ti...
aunque creas permanecer
alejada en el tiempo.

No me olvido porque
aunque las cosas cambian
la esencia puede perdurar.

No me olvido,
confío en la experiencia,
en el devenir.

Así que no te olvides...
no busques excusas
para pasar página.

La aventura continua.

La aventura me acercó a ti
y encontré personas
- como tantas otras veces -
y volvió a ser diferente
pero en esencia genial.
Avalancha de cambios,
acogimiento físico
recogimiento espiritual,
adaptación metalica.
Visión particular
que desata sonrisas
Torbellino pasajero
en el momento
Grabado artístico
para recordar
cuando la aventura
nos dirige a acantilados.

Plantas heterogéneas.

Si regáis con esfuerzo
vuestra planta heterogénea
crecerá casi sin daros cuenta.
Aprenderéis que con luz
y agua su delicadeza
y hermosura perdurará
siempre en el tiempo.
Aunque acabase
marchitándose por
diversas circunstancias.
En vuestro recuerdo
y en el de los demás
siempre quedará.
Observad como
la persistencia, costancia
y tenacidad terminan
dando buenos frutos.
Tal vez ahora no lo veáis,
pero seguro que si mañana.

Mar turbulento

Esperamos en mares turbulentos
llenos de isletas
intentando mantenernos a flote
rodeados de tiburones.
buscando helicópteros
y salvavidas
pero la ayuda no llega,
sólo insectos chupópteros.
¿Aguantaremos? cuanto más...
contradicción en este infierno,
paraíso veraniego,
cuando está calmada la mar.

¿Qué aprendiste de tu viaje?

- ¿Qué aprendiste de tu viaje? -
Que casi siempre hay margen...
para sorprenderse y aprender.
Para anotarse cosas y extraer...
Me acuerdo de la piedra,
en mitad del camino,
dura y grande, no inamovible,
ni creciente como la hiedra.
Mi mente la sorteó,
al rato otra piedra apareció.
Esa vez la brinqué...
y seguí andando.
¿Y asabes?
otra piedra hizo aparición,
y en esa ocasión,
la hice a un lado y continué.
Así hasta que llegué,
donde quería ir.
Descubrí y aprendí,
que casi siempre hay piedras.
Hay muchas maneras de afrontarlas.
Rodeándolas, saltándolas,
sacándolas del camino...
¡y muchas posibilidades más!
Otro día te contaré otra historia,
la del hombre que tenía una mochila,
una mochila llena de piedras.
A cada km que recorría
iba dejándolas hasta quedarse vacía.
Para aliviarse supongo que lo haría,
aunque me gusta pensar que también lo hacía,
para que otros arpendieran y apreciasen,
como y por donde pisar en esta vida,
y a tomar decisiones sencillas,
para que el día de mañana,
cuando se encuentren ante una murallita,
no se den media vuelta, ni se rindan,
sino que piensen como podrían
seguir adelante y vivir día a día.

Eres un verso...

Tú también eres un verso,

¿Sabes a quien me refiero?

a tí, el que me está leyendo

¿Qué por que eres un verso?

Todos tenemos algo bueno,

¿no me crees? pues veremos,

leeme o que pase el tiempo,

 y sino me mandas al infierno.

Ahora mismo te lo demuestro.

Acaso tu en este mundo nuestro

no diste gracias por no estar muerto,

no has llorado, reído, o dado un beso,

Seguro que lo has hecho,

antes o después de eso,

o leyendo un libro abierto,

o formando parte del cuento.

Aunque nada de ello hubieras hecho,

seguirías teniendo algo bueno,

a saber que el verte a mi leyendo

me hace sentir satisfecho.

Fuiste, eres, y serás...

En aquellos días
eras todo para mi...
Han corrido las manecillas
y sigues aquí.

Sigues siendo un todo,
con diferente forma,
pero buen fondo.
Como una blanca paloma...

El paso de la arena
a través del estrecho embudo
me enseñó, letras y sílabas,
pero también lo más rudo.

¡Preciosas vocales de primavera!,
llenas de significado,
siendo las primeras,
formando esos vocablos.

Doy gracias de disfrutarte
en el paso del tiempo,
No se que haría sin tí...
en este universo.

[Gracias M y P]